Como dueño de un restaurante, conoces la importancia de establecer los precios de forma inteligente. Si les pones un precio demasiado bajo o demasiado alto a tus platos, estarás perjudicando tu restaurante. Por tanto, es fundamental tener una estrategia de precios bien pensada. El resultado de esa estrategia dependerá en gran medida del concepto de tu restaurante. Ya se trate de un restaurante de comida rápida o de alta gama, cada concepto tiene sus propias reglas de precios. Pero ¿cuáles deberías seguir? ¿Dónde? ¿Y por qué? Ahí es donde entra en juego este artículo. Te damos seis consejos y trucos para establecer los precios tanto para restaurantes de alta gama como de comida rápida. Después de todo, no hay mejor ahorrar que poco gastar, ¡así que saca la calculadora y a hacer cuentas!

Consejo 1: Haz las cuentas

Ya sean de comida rápida o de alta gama, esta regla monetaria sirve para todos los restaurantes: asegúrate de que los precios de los platos cubran del 130% al 135% del costo de los ingredientes. Sin embargo, un precio más alto no se traduce automáticamente en más ganancias. Los gastos de compra y de preparación también forman parte de la ecuación. Además de eso, aprende el arte del racionamiento eficiente para reducir los costosos desperdicios. Ahorra ingredientes, ahorra costos, ahorra dinero.

Consejo 2: Trucos mentales con el dinero

¿Conoces perfectamente tu concepto y a tus clientes objetivo? Este es un conocimiento crucial si quieres establecer una estrategia de precios perfecta. Tu táctica debe adaptarse tanto al concepto como al cliente. Aquí, la diferencia entre los restaurantes de alta gama y los de comida rápida se nota más. Y todo empieza con un aspecto tan trivial como los decimales de los precios del menú. Esos dígitos aparentemente insignificantes que aparecen después de la coma juegan algunos trucos mentales importantes. Regla de oro: si administras un restaurante de comida rápida, ¡no redondees los precios! Pon un plato en el menú por 4,99 y los clientes lo leerán como 4,00, en lugar de un poco menos de 5,00. No me preguntes cómo funciona exactamente, pero es inteligente usar este truco mental matemático en tu menú.

¿Tienes un establecimiento más exclusivo y más caro? Atrévete a eliminar los decimales y opta por poner un plato a 20 en lugar de a 19,99. ¿Quieres ser más atrevido? Omite también el signo de la moneda. Tus clientes verán esto como una declaración de confianza. Y con razón.

¿Quieres que tus clientes se centren en el menú en lugar del precio? ¡No coloques una columna de precios separada! Simplemente coloca el precio al final de la descripción del plato: es una manera perfecta de hacer que tus clientes se centren en los ingredientes selectos de tus deliciosos platos en lugar de en frías comparaciones de precios.

Consejo 3: ¡Deja que yo lo arregle!

¿Tus clientes tienen que comer rápido para volver al trabajo? ¿Tu restaurante se llena durante las vacaciones como Navidad y Semana Santa? ¿O es el lugar ideal para una cena romántica de San Valentín? Hazte un favor a ti mismo y a tus clientes e incluye menús fijos a precios fijos. Esta estrategia te permite:

  • Crear un menú transparente y favorable para que tus clientes disfruten.
  • Ahorrar un tiempo muy valioso durante los turnos más estresantes. Los menús fijos te permiten adelantar tareas mientras tienes menos trabajo que hacer.
  • Atender de manera eficiente las necesidades de los clientes que tienen que volver al trabajo. Con un menú fijo y un servicio rápido podrán disfrutar de un buen almuerzo antes de volver a la oficina. Volverán por esos platos rápidos.

Consejo 4: Promocionar o no promocionar

Crear una vivencia y servir comidas de alta calidad son elementos importantes de una comida de alto nivel, mientras que la relación calidad-precio es más importante para los restaurantes de comida rápida. Los restaurantes cuyos clientes se fijan más en los precios pueden beneficiarse de actividades promocionales inteligentes. Mima a la clientela a la que importa más el precio y sírvele menús o platos especiales a precios atractivos.

Pero, ¡ten cuidado y no te precipites! No conviertas tus platos habituales en artículos promocionales reduciendo temporalmente sus precios, ya que tus clientes no estarán dispuestos a pagarlos al precio antiguo. De hecho, lo considerarán un aumento de precio. Para evitar esto, promociona siempre platos especiales temporales que no formen parte de tu menú diario pero que te hagan destacar.

Consejo 5: Pon en práctica la psicología sueca

Puedes aprender algunos trucos inteligentes en tu IKEA local. ¡Y no estoy hablando de las albóndigas suecas! IKEA atiende de forma inteligente a una gran variedad de grupos objetivo dividiendo sus productos en diferentes categorías de precios: alto, medio y bajo. La mayoría de los clientes están programados psicológicamente para elegir el término medio y optar por la opción intermedia. Utiliza este conocimiento a tu favor:

Crea un menú que ofrezca una variedad de opciones basadas en precios bajos, medios y altos. Anticípate al hecho de que la mayoría elige el término medio y haz especial hincapié en el menú intermedio. Conviértelo en un plato estrella con todos los costes e ingresos armonizados y el potencial de sabor para convertirse en el favorito de los clientes. ¡Esta es tu potencial fuente de dinero! Tu objetivo es vender la mayor cantidad de este plato al menor coste. ¡Conviértelo en un atractivo menú imprescindible para la clientela que se fija en los costos, y para tus ganancias!

Consejo 6: Crea márgenes

¡Aprovecha al máximo tus menús y crea márgenes! Deja que tus clientes elijan guarniciones para acompañar el plato principal y haz algo de dinero extra. Pero ten en cuenta que debes:

  • Sacar margen de beneficio en el plato principal o en las guarniciones, ¡nunca en ambos! La opción que elijas depende del concepto del restaurante.
  • Complementar los platos atractivos a precios razonables con una gran variedad de opciones de guarniciones. Así mejorarás la experiencia gastronómica y obtendrás un aumento inteligente de las ventas.
  • Sin embargo, no les des a tus clientes una sorpresa desagradable al final de su visita. Los extras pueden hacer que la cuenta suba bastante, lo cual puede causar un impacto negativo en los clientes. Sé transparente con los precios para evitarlo; de lo contrario, el mal sabor de boca podría hacer que los clientes no vuelvan más.

Consejo adicional: ¿Estás decidido, cueste lo que cueste, a optimizar el menú? Utiliza la herramienta de ingeniería de menús  para analizar tu menú, encontrar tus platos clave y aumentar tus ganancias. Lo mejor que tiene: ¡es completamente gratis!

En conclusión, seguro que contar con una estrategia de precios bien pensada puede beneficiar mucho a tu restaurante, ya sea de alta gama o de comida rápida. Sea cual sea la estrategia que elijas, asegúrate de que se adapte a ti, a tu concepto y a todos los aspectos de tu restaurante y a tus clientes. Porque si falta uno de estos aspectos esenciales, tus clientes sin duda lo notarán, echando por tierra tu estrategia. Estos seis consejos son indudablemente útiles, pero el mejor consejo es ser siempre fiel a uno mismo. Elige las partes que más te convengan de nuestros consejos ¡y lo harás genial!

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